de óvulos
Preservación de la fertilidad por motivos sociales
Diversos cambios socio-culturales en las últimas décadas confluyeron para que las mujeres postergaran su maternidad y extendieran notablemente la edad de búsqueda del primer embarazo en casi todos los países del mundo. Pero el reloj biológico (edad reproductiva) sigue corriendo y no se detiene. Es por eso que la preservación es la técnica que permite a las mujeres tomar la decisión de cuándo planificar un embarazo.
La mujer nace con una cantidad limitada de óvulos que NO se renueva a lo largo de la vida. Además, los mejores óvulos se “gastan” antes de cumplir los 30 años. La calidad de los óvulos va desmejorando después de los 32 años de edad, lo que disminuye las posibilidades de un embarazo sano. Para planificar un embarazo, es fundamental recurrir a un asesoramiento personalizado que nos ayude a tomar la decisión correcta con la información adecuada y precisa. La información empodera y da la tranquilidad necesaria para decidir. Los tratamientos de reproducción de alta complejidad no logran revertir el paso del tiempo. Como la pérdida fisiológica de cantidad y calidad de óvulos es inevitable, la preservación -una técnica probada científicamente- nos da la oportunidad de mejorar nuestras posibilidades reproductivas a futuro. Aunque puede realizarse a cualquier edad, los trabajos científicos demuestran mejores resultados cuando el congelamiento de ovocitos se realiza antes de los 35 años. Aún con la utilización de ovocitos propios, los resultados de las técnicas de alta complejidad como el FIV no logran revertir la declinación de la fertilidad con la edad. Paradójicamente, en muchos casos la edad reproductiva avanzada no sólo es la causa de la indicación de la técnica sino el principal motivo de los bajos resultados en FIV . Más allá de la recomendación de intentar buscar el embarazo a edades más tempranas, hoy disponemos de una herramienta para intentar solucionar el problema de la declinación de la fertilidad con la edad: la congelación de ovocitos. A través de una nueva técnica de laboratorio, la “vitrificación”, hoy se pueden criopreservar ovocitos para “detener” el reloj biológico, ofreciendo mayores chances de embarazo en el momento en que la mujer lo considere oportuno. Si bien esta técnica puede practicarse a cualquier edad, distintas publicaciones recomiendan hacerlo antes de los 35 años, ya que a partir de esa edad disminuye significativamente la cantidad y calidad de ovocitos a criopreservar.
¿En qué consiste la vitrificación de óvulos?
La vitrificación es una técnica novedosa de laboratorio que permite congelar estos óvulos sin producirles prácticamente ningún daño, lo que permitirá utilizarlos en el futuro para fertilizarlos e intentar lograr un embarazo.
En un ciclo menstrual normal, la mayoría de las mujeres desarrolla solamente un óvulo. Para obtener una mayor cantidad, debemos hacer lo que se conoce como hiperestimulación controlada. La utilización de medicación estimulante del ovario en dosis elevadas nos permite recolectar un mayor número de óvulos maduros para congelar en un ciclo. En el quirófano, con sedación y a través de una punción transvaginal de los folículos ováricos, se extraen todos los óvulos, que se entregan inmediatamente al laboratorio. El procedimiento es ambulatorio, no dura más de 20 a 30 minutos, y permite que la paciente se vaya de alta a las pocas horas.
Consideraciones finales
Que una técnica exista no necesariamente significa que deba utilizarse.
En este caso, ofrece la posibilidad de aumentar las chances de tener un hijo en una edad en la que naturalmente se torna más improbable.
Así como en el siglo pasado la aparición de las pastillas anticonceptivas generó una revolución y permitió a las mujeres prevenir embarazos no deseados, la criopreservación de ovocitos les permitirá en un futuro aumentar las posibilidades de lograr un embarazo en el momento que ellas lo deseen.
La preservación no es obligatoria. Sin embargo, hoy es utilizada como una gran herramienta de planificación de la maternidad a edades en las que naturalmente es más complejo.
Un asesoramiento temprano es fundamental para la decisión futura.