(PGT-A)
Genética embrionaria
En la actualidad existen enormes avances en genética reproductiva. Se han desarrollado nuevas técnicas de diagnóstico genético que permiten diagnosticar alteraciones genéticas en distintas situaciones, incrementando las posibilidades reproductivas de bebés sanos.
El PGT-A (Test genético preimplantatorio de aneuploidías), o Diagnóstico genético preimplantatorio para anomalías cromosómicas, es un análisis genético que se realiza durante el tratamiento de FIV para la detección de anomalías en el número de cromosomas (aneuploidías) en los embriones antes de su transferencia al útero. Las alteraciones cromosómicas en los embriones pueden producir fallos de implantación en ciclos de reproducción asistida, abortos espontáneos y anomalías cromosómicas en los recién nacidos. El PGT-A permite seleccionar aquellos embriones cromosómicamente normales de entre todos los embriones evolutivos de una paciente, lo que incrementa las probabilidades de evolucionar adecuadamente y dar lugar a un hijo sano.
Ventajas del PGT-A
En la mayoría de los casos, no es posible distinguir un embrión anormal de un embrión normal a través de un microscopio. Por lo tanto, la apariencia normal de un embrión no puede ser utilizada para evaluar anomalías cromosómicas. En mujeres mayores de treinta y cinco años, el riesgo de anomalías cromosómicas es significativamente mayor que en mujeres más jóvenes. Aquellas mujeres con antecedentes de aborto recurrente, fallos de implantación o que han tenido un embarazo anterior con una anomalía cromosómica, u hombres con un resultado de análisis de esperma anormal, también pueden producir un mayor porcentaje de embriones anormales. Las principales ventajas del PGT-A incluyen una reducción de la tasa de aborto, optimización del tiempo para lograr embarazo y un aumento de probabilidades de tener un bebé sano. La tasa de implantación de un embrión con cromosomas normales es del 60-70% aproximadamente.
- Reducción de la tasa de aborto:
En la población general, el 20% de todos los embarazos clínicos terminan en aborto, y cerca de la mitad son cromosómicamente anormales. El PGT-A evalúa los cambios en el número de cromosomas y los grandes desequilibrios cromosómicos, de modo que los embriones con anomalías cromosómicas no sean transferidos. Por lo tanto, sobre todo en los grupos de alto riesgo, el PGT-A reduce el riesgo de aborto.
- Aumento de la probabilidad de tener un bebé sano:
Algunos embarazos con anomalías cromosómicas pueden dar lugar al nacimiento de un niño con anomalías graves. El PGT-A aumenta la posibilidad de tener un bebé sano, ya que permite identificar los embriones cromosómicamente sanos para la transferencia. Estas alteraciones también pueden ser detectadas mediante otras técnicas prenatales durante el embarazo.
- Disminución en el tiempo necesario para lograr un embarazo:
Con este enfoque, el tiempo para lograr el nacimiento de un niño sano disminuye en comparación con un ciclo normal de FIV, evitando múltiples transferencias de embriones congelados antes de la transferencia del embrión que finalmente dará lugar a un embarazo evolutivo con el resultado de un bebé sano.
¿Para quién está indicado el PGT-A?
Más del 50% de abortos se producen por la presencia de anomalías cromosómicas. Algunos defectos de nacimiento son causados por anomalías cromosómicas, mientras que el riesgo de tener un hijo con una anomalía cromosómica aumenta con la edad materna.
Las parejas con mayor riesgo de tener embriones con aneuploidía que deberían considerar el PGT para anomalías cromosómicas:
- Mujeres con edad superior a 35 años.
- Parejas que han sufrido varios abortos espontáneos por causa desconocida.
- Parejas con varios ciclos de fecundación in vitro en los que no se ha conseguido gestación.
- Varones con baja concentración de espermatozoides.
- Parejas con alguna gestación anterior con anomalía cromosómica
Preguntas frecuentes:
La biopsia embrionaria consiste en la extracción de una/varias células del embrión (dependiendo del estado de desarrollo del mismo). Se trata de un método invasivo y que requiere de una gran experiencia y habilidad por parte del embriólogo que trabaja sobre los embriones. Si el embrión es biopsiado correctamente, con un láser y en el estadío de blastocisto (al que llega al 5to o 6to día de evolución), se desarrolla con normalidad tras la biopsia embrionaria, implanta con normalidad y da lugar a recién nacidos vivos sanos. Los estudios publicados hasta el momento, en los que se comparan niños procedentes de embriones biopsiados y no biopsiados, muestran resultados equivalentes en términos clínicos.
Los mejores resultados se obtienen tras la biopsia embrionaria en día 5 de desarrollo (lo que conlleva obligadamente la congelación de los embriones o la transferencia en el día 6 de desarrollo).
No existe una prueba genética capaz de detectar todas las anomalías genéticas potenciales. El PGT-A evalúa cambios numéricos en el número de cromosomas y otros desequilibrios en el material genético, incluyendo deleciones y duplicaciones. El PGT-A identifica cromosomas ausentes o adicionales, deleciones, duplicaciones y reordenamientos desequilibrados mayores de nuestro límite de detección de 6 Mb. El PGT-A no puede descartar trastornos de un único gen, anormalidades estructurales equilibradas, disomía uniparental ni desequilibrios genéticos -incluyendo deleciones y duplicaciones- menores a nuestro límite de detección de 6 Mb. Puede detectar algunos tipos de poliploidía, pero no puede detectar poliploidías en las que los cromosomas sexuales se encuentren como un múltiplo de la normalidad (triploidía 69, XXX y tetraploidía 92, XXXX o 92, XXYY).
Una vez que se obtiene un embrión cromosómicamente normal, la probabilidad de embarazo es de aproximadamente 65% en pacientes menores de 40 años. En mujeres mayores de 40 años hay un mayor porcentaje de ciclos en el que todos los embriones son anormales, pero si se obtienen embriones normales para la transferencia, la tasa de embarazo puede subir hasta un 70%, lo que muestra que el principal problema reproductivo asociado a la edad femenina son las anomalías cromosómicas embrionarias.
La probabilidad de que los embriones sean normales disminuye conforme aumenta la edad de la mujer. Los porcentajes medios de embriones normales son:
Edad materna (años) | % embriones normales |
30-34 | 60% |
35-39 | 40% |
40+ | 20% |
Estas estimaciones se basan en un conjunto de datos procedentes de numerosos casos de PGT-A y, por tanto, pueden no coincidir con un pequeño número de embriones de un único caso de PGT-A. No se puede garantizar la existencia de embriones normales para ningún caso de PGT-A.
Pese a que el PGT-A para anomalías cromosómicas es una técnica sumamente precisa, no está exenta de las limitaciones inherentes al material biológico objeto de estudio. Dado que el análisis cromosómico se realiza en pocas células, no se puede excluir el mosaicismo embrionario (embriones que tienen cierta proporción de células genéticamente normales y anormales). Por todo ello, se recomienda la realización de estudios prenatales para confirmar la normalidad cromosómica. También existe la posibilidad de realizar un diagnóstico prenatal no invasivo para descartar las aneuploidías más relevantes. De todas formas, este punto está en revisión a nivel global.
+ INFO
El PGT-A ofrece un análisis exhaustivo de los 23 pares de cromosomas: los autosomas y los cromosomas sexuales (X e Y). Normalmente, hay 23 pares de cromosomas en cada célula humana. Un cambio en el número de cromosomas recibe el nombre de aneuploidía. Además, permite transferir a la madre los embriones que se encuentran libres de alteraciones numéricas.
Las aneuploidías causan la gran mayoría de los abortos espontáneos y pueden dar lugar a defectos congénitos y discapacidad intelectual en recién nacidos. La mayoría de los tipos de aneuploidía no son compatibles con la vida. Los síndromes más comunes causados por aneuploidías cromosómicas no sexuales y compatibles con la vida son el síndrome de Down (trisomía 21), síndrome de Edwards (trisomía 18) y el síndrome de Patau (trisomía 13).
La aneuploidía generalmente no se hereda y puede afectar a cualquier cromosoma; sin embargo, la probabilidad de que un embrión sufra una anomalía cromosómica aumenta con la edad de la madre.
Los embriones se estudian mediante la secuenciación masiva (NGS por sus siglas en inglés, Next Generation Sequencing) como técnica eficaz para el análisis del número de copias en células individuales. Esta tecnología ha sido desarrollada especialmente para el análisis de pocas células o incluso una sola, como se requiere para diagnóstico genético preimplantatorio.
El PGT para anomalías cromosómicas por NGS tiene una precisión del 99%.